La biotecnología es la revolución agrícola

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Agricultura sostenible

La biotecnología y los desarrollos que llegaron a manos del agricultor en los años 90 tuvieron impactos positivos en niveles económicos y ambientales. Se trata de una transformación agrícola que se lleva desarrollando durante 20 años, y ha sido adoptada en todo el mundo de manera formal e informal por más de 18 millones de agricultores.

Al dar cuenta de los datos, es impresionante como ha crecido la adopción de la biotecnología en los cultivos. En 1996 el número de hectáreas donde se implementaban los avances tecnológicos era de 1,7 millones, mientras que en 2014 se registraron 181,5 millones de hectáreas en 8 países desarrollados y en más de 20 países en desarrollo.
 
Otro de los temas importantes dentro del desarrollo agrícola tiene que ver con el uso del agua. Actualmente, la producción en el campo es responsable del consumo del 70 % del agua potable, tomando en cuenta que de esta forma se alimentan a 7,2 billones de habitantes en el mundo. El problema radica que para el 2050 seremos 9.6 billones de personas. Y
probablemente, no alcanzará el agua, a menos que tengamos un uso consciente de esta.

Principalmente, lo que buscan las investigaciones en biotecnología es crear nuevos productos para el agro tolerantes a la sequía. La protección del cultivo ante el calor y la ausencia de agua, resulta un beneficio para el agricultor pues evita las consecuentes pérdidas en, alrededor, de un 20% de la producción.
 
Países como Estados Unidos, Japón, Canadá, México, Australia, Corea del Sur, Nueva Zelandia, la Unión Europea, Filipinas, Taiwán, Sudáfrica, Brasil, Argentina, Colombia y muchos otros, suman más de 1100 evaluaciones y autorizaciones para consumo humano.
 
La biotecnología moderna consiste en aprovechar los estudios de la ingeniería genética que ocurre de manera natural. De los procesos más rigurosos que existen están la seguridad, nutrición y control de los productos biotecnológicos para alimentación humana o animal. En los últimos 10 años se han invertido alrededor de 17 millones de dólares en investigaciones dirigidas a ensayos en campo y estudios de laboratorios acreditados para garantizar información del más alto nivel.

Este proceso lleva más de 20 años avanzando de la mano de los agricultores quienes adoptan la tecnología por vías formales o informales. Características como la tolerancia a la sequía, beneficios nutricionales, mayor productividad e impacto social son muestra de la necesidad de obtener una mejor productividad siendo sostenibles.

FUENTE: www.croplifela.org